19.2.10

F á b u l a








Cenicienta perdió una Havaiana en la arena, y beso un sapo con la esperanza de una metamorfosis principesca, sin saber de su alergia a los batracios. Pobre Cenicienta. Por suerte, tenía una buena prepaga que le cubrió los gastos médicos, aunque no los del corazón. Pobre Cenicienta.¡No seas como Cenicienta! Comprate las Havaianas que vienen con tira para el talón, y evitá besar batracios. Eso sí: no te atrases nunca con tus cuotas de la prepaga.