21.8.10

el por qué de todo

por que sé
que nos vamos a partir
al partir
y al quedarnos
uno a cada lado
en cada polo
a la luz
y en sombra

y estas cosas
así nomás
estas pocas cosas
van a ser todo
lo imposible
el cielo
el más allá
perdido

y todo este tiempo
es el tiempo muerto
una vez
en vida, en sueño
y que será
la muerte viva
mañana
en la hora ajena

porque es tan
terrible
hago todo
de modo
que parezca
un drama
el solo hecho
de perderme

porque sé
que cada día
estamos más lejos
por dormir tan cerca
por saber qué
va a decir
tu boca cuando
quiera hablarte

imposible
entender
porque a mí.
lo más puro,
lo que tuve
una tarde
que ví el mar
y oí el mar

siempre así
por esquivar
la ruta
predicha
en nuestra
sangre débil
que es la sangre
única

eternamente
solos
y sabernos
el otro,
como ninguno más
puede sabernos
aunque no más
sea una letra

y nunca,
porque es así,
nunca la palabra
que nos crea
y nos lleva.
eternos
y mudos
por ser solo uno.



en vísperas del 23 de agosto.

15.8.10

30

Me espera tanto dolor.

Y me urge saber
qué habrá cada noche a oscuras
cuando quiera ver
más allá.

Una bendición injusta.

Hasta dónde llegará
el caballo errante
que me late
y me drena ardor

Hasta dónde el trueno
que rompe la noche
en dos
y sacude el alma

Esa fiebre del siempre ingenuo.

Los ladridos cerca
que hacen mella artera
en la espalda
en la voz hiriente.

Esa culpa en sogas
en cadenas
en mordazas pana
velcro tanza duelo

Ese verso libre y preso

Una vez fue una
y trina y siempre
fue la vez
en que dí la cara

Una vez son treinta
voces y denarios
que se pierden
en una alameda

Qué imprevisto el mar
cuando dan los treinta
y ese mar se agota
y se vuelve buque

Cuánto mar la boca
de la voz profunda
un lamento solo
descorazonado.

Llueve la hojarasca.

Fiebre en las estepas.

Cruce de los vientos.

Trueno en una sierra.

Siempre son las cuatro.

Cuatro en una escena.

Dos en una aguada.

Uno en una huelga.

Treinta en retirada.